sábado, 7 de enero de 2012
Veinte y cinco
La edad de empezar, empezar con los nuevos cambios de esta etapa, empezar a nuevamente a crecer.
Edad en que empiezas a no dejar pasar las oportunidades, a premiarte más y culparte menos.
Empiezas a no esperar mucho de otros, descubres el significado de la felicidad y reconoces cómo y cuando es.
Empiezas a ser un poco más egoísta dejando atrás la inocencia. Aprendes a quererte más y no quieres volver a cometer los errores del pasado por eso te preocupas más antes de arriesgar.
Estos son mis 25 años.
Empieza a tomar color y lógica la edad del desmán y finalmente de las muchas verdades que ya conoces aprendes a callarlas y el rol de justiciero e ideológico va quedando atrás por que te das cuenta que el mundo que conoces definitivamente le pertenece a los idiotas, y que lo único que se puede hacer es mejorarlo solo un poco y a veces.
Empiezas a aceptar a menos, entregar menos y rechazar a más, pero valoras a los pocos y buenos. Los sentimientos son más profundos y lógicos por consecuencia sufres más cuando llega el momento. Lentamente te vas poniendo más terco.
Empiezas verdaderamente a aprender de la frase “vivir el presente”, hacerte menos expectativas por lo que viene y olvidar más rápido lo malo del pasado.
Las utopías van desapareciendo y vas asimilando mejor lo que realmente significa la “realidad”, que la percepción de ella no era lo que se creía y se veía, que la verdadera realidad y el futuro está en nuestras manos y que por alguna razón solo existen “momentos” que simplemente ocurrieron por que tenían que pasar y si no, por que no era el tiempo justo.
Definitivamente la edad de empezar, queda mucho por caminar, aprender y vivir, personas y lugares por conocer, para finalmente algún día “esperar” tranquilamente lo único seguro.
Si. Mis veinte y cinco.
Best of you- Foo Fighters
Tengo otra confesión que hacer,soy tu tonto.
Todos tienen sus cadenas que romper… sosteniéndote,
¿Naciste para resistir o para ser abusado?
¿Alguien está quitando lo mejor,lo mejor,lo mejor de ti?
¿Te has ido al asecho de alguien más?
Necesito donde posar mi cabeza,sin tus ataduras,me diste algo que no tenía, pero que no tiene uso,era muy débil para rendirme,muy fuerte para perder.
Mi corazón esta bajo arresto otra a vez, pero me escapo fácilmente, mi cabeza me esta dando a elegir entre la “vida o muerte”, pero no puedo escoger, juro que nunca me voy a rendir, me rehúso.
Alguien está recibiendo lo mejor, lo mejor, lo mejor de ti.
¿Alguien tomo tu fe? es real el dolor que sientes, confía, debes confesar.
¿Alguien tomo tu fe? es real el dolor que sientes, la vida el amor, moriste para sanar, las esperanzas que empiezan, los corazones rotos, confía debes confesar.
Tengo otra confesión que hacer, no soy un tonto, estoy cansado de empezar otra vez en algún lugar nuevo, ¿naciste para resistir o abusar? Juro que no me rendiré, me rehúso.
viernes, 11 de marzo de 2011
El modo normal
Hace un tiempo que me preocupa algo. En realidad me inquieta mucho por no exagerar. Hay momentos que no me gusta estar en un estado “normal”, esto es como un estado neutral; el estado de un hombre feliz que tiene familia, amigos, que estudia o trabaja, que vive de una forma cotidiana y que de todas formas, de ningún modo pienso que esté del todo mal.
Pero siento que falta un complemento a este tipo de vida.
Y es que a veces prefiero evitar esa sensación del modo de vida normal. Sí, de verdad prefiero evitarlo, aunque siempre tendremos que vivir con ello. Siento que me pierdo, que me vuelco en un estado banal, preocupado más en el fondo por mí que por el resto, y que poco a poco me empiezo a olvidar de “Él”.
La verdad es que no quiero ese estado, definitivamente no. Quiero vivir con Él, quiero estar con Él y quiero servir solo por Él. No pretendo llevar la vida común y tradicional de un cristiano encerrado en las cuatro paredes de un templo porque a veces a Él lo encerramos y lo que realmente debemos hacer es mostrarlo más allá de cualquier muralla o cualquier frontera que pueda existir.
Creo que por lo menos los Cristianos que ya tenemos los suficientes años encima y que ya no somos niños en la Fé, no debemos seguir en ese estado normal. En muchas ocasiones nos sentamos en una banca de brazos cruzados esperando que alguien venga, nos reavive el fuego y nuestra relación con Dios, siendo que el camino a la santificación, son nuestras vivencias, nuestras victorias, nuestros fracasos, nuestras virtudes y defectos. En definitiva, es nuestra historia con Dios.
Y es que también pensamos; “pero es que no lo veo, no lo siento, pero es que tengo mil pecados”, pero nos olvidamos que esa carga ya no es nuestra, sino, la carga de Cristo, la carga que Él soportó en la cruz. “Solo ven y sígueme” fue lo que Él dijo; actúa por Él, vive por Él y apasiónate por Él. Servir, amar al prójimo y por sobretodo amar a Dios, es lo que nos enseñó el Maestro. Él es camino, Él es vida, Él es verdad y acordémonos que no es por vista sino que es por Fé.
Siempre le pido a Dios que este sentimiento perdure en el tiempo, que llegue mi vejez y no me haya olvidado de Él. Que mi complemento de vida sea Él, y definitivamente así no estar en el modo “normal”. Por ahora he probado y quiero más. :)
sábado, 25 de julio de 2009
el clamor de Job
----------------------------------------------------------------------------------------
No me condenes, hazme entender por qué tu contiendes conmigo asi Señor.
Oye, te ruego, y hablaré, te preguntaré, y tu me enseñarás.
Tus manos me hicieron y también me formaron y luego te vuelves y me deshaces Señor.
Oye, te ruego, y hablaré, te preguntaré, y tu me enseñarás.
Coro:
//De oídas te había oído Señor, mas ahora mis ojos te ven a ti, solo a ti//
Por tanto yo me aborrezco, y me arrepiento en el polvo y ceniza.
----------------------------------------------------------------------------------------
En ocaciones nos cuestionamos un casi sin fín de cosas acerca de Dios. Cuesta entender y aceptar su voluntad para nosotros, hacemos todo un lío y lo que generalmente hacemos, es separarnos de él. Es admirable que Job, incluso en su estado, con toda su tristeza, dolor y enfermedad no se apartara de Dios, y más notable aún, ya que en esa misma condición él se pudo arrepentir.
Creo que a muchos todavía nos cuesta tener "disposición" con Dios, disposición para pedirle entendimiento, disposición para aceptarlo, disposición para seguir su camino... y ni siquiera hace falta tener disposición, por que Dios, a pesar de todo nos ama y nos acompaña. :)
PD1: la palabra "Señor" se dice tres veces en la canción, ¿no será mucho quizás?. XD
PD2: los textos: Job 10:2, 8 y Job 42:4-6.